lunes, 27 de enero de 2014

Reseña de: Cuentos Infantiles Políticamente Correctos de James Finn Garner




Opinión Personal:

Estas navidades me pasaron un libro muy curioso: Cuentos infantiles políticamente correctos de James Finn Garner. El escritor, como buen inglés, es amante de las buenas maneras y la educación, pero va más allá y sobrepasa lo políticamente correcto y lo aplica a los cuentos de toda la vida: Caperucita roja, Los tres cerditos, Rapunzel, La Cenicienta, Blancanieves...
El libro es una versión divertida de cómo son los cuentos si se contasen hoy en día bajo el paragüas de la fiebre de "lo políticamente correcto". Se lee en una tarde (120 páginas). La edición de Circe que me dejaron es fabulosa, pequeña y manejera. 
Algunas de las frases que más me gustaron son:


(Caperucita Roja)
 " Un día, su madre le pidió que llevase una cesta de fruta fresca y agua mineral a casa de su abuela, no porque lo considerara una labor propia de mujeres, atención, sino porque representaba un acto generoso que contribuía a afianzar la sensación de comunidad"

(Los tres cerditos)
" ¡Cerditos, dejadme entrar! -Tus tácticas de bandidaje no te servirán para amedrentar a unos cerditos empeñados en la defensa de su hogar y su cultura"

(Blancanieves)
"Cuando despertó, vio ante sí los rostros de 7 hombres barbudos y verticalmente limitados...)

Un enfoque diferente y divertido a los cuentos de toda la vida.


4 comentarios:

Sandrus dijo...

Qué curioso. Me ha llamado un montón la atención. Sobre todo los fragmentos que has puesto. Me lo apunto.

Besootees

Paseando entre páginas dijo...

parece divertido, le echaré un vistazo a ver si lo veo^^

EBOOKSTAGRAM dijo...

Me alegra leer vuestros comentarios Laura y Sandrus. La verdad es un liro curioso y divertido, no muy conocido para los lectores en Español, pero un clásico de la literatura contemporánea inglesa. Es mucho más divertido de lo que parece. Me alegra saber que lo leeréis.
Un abrazo.

EL RINCON DE LA DONCELLA dijo...

me encantó este libro! lo leí en la universidad como lectura obligatoria... y sí, debería ser obligatorio cambiarle el final a los cuentos de toda la vida :)